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Cuando me bebo tu piel
me convierto en rió,
que baja por tu cuerpo
medio frió
y le doy calor ,
fuego y delirio,
y lo llevo al mar
de mi sexo herido.
Cuando me bebo tu piel
la huella del camino
se convierte en manantial
que desgrano con mimo.
Tus ojos amor
entre sombras cegaron
olvidando un sueño
que los dos soñamos.
Cuando me bebo tu piel
la sed despierta
porque nunca se sacia
en tu boca mi pena.
Y aunque vuelo bajo
entre nubes negras
tu me prestas las alas
para matar mi tristeza.
¡ Hay amor
cuanta soledad me queda!
hasta llegar a ti
atravesando lunas
y primaveras ,
pero en la cercanía
tu siempre te me alejas
se parte tu voz
casi nunca me llega.
Y en el otoño gris
de mi vida seca,
mis lágrimas
son las hojas muertas,
extendidas
en la tierra espesa
se cansaron de esperar
al AMOR QUE NO LLEGA.
Ana@ocaña
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