
Como dos niños arrimándonos,
queriendo ver una sonrisa
prisionera en el otro,
como dos niños compartiendo
el juguete de la vida,
esperando que funcione para
siempre,
como dos niños sin alas para
el vuelo,pero con unos
corazones que son aire,
como dos niños en su recreo,
jugando con la lluvia en
los cristales,dejando de ser
mariposas y paisaje,
para al cerrar los ojos
ser dos adultos que como
dos niños siguen amándose,
sin perder la inocencia,
de un beso constante.